Nuestra historia

Como es de público conocimiento, en la Provincia de Buenos Aires, la creación de un nuevo Departamento Judicial conlleva, por imperio de la ley, la automática constitución de un nuevo Colegio de Martilleros y Corredores Públicos.
Corría el año 1972 cuando se puso en funcionamiento el Departamento Judicial de Morón, y el 10 de junio se inauguraba nuestro querido Colegio. En aquel entonces regía la Ley 7021, luego modificada por las Leyes 9126, 10973 y, finalmente, por la Ley 14085.
El primer presidente de nuestra institución fue el Sr. Luis Hervé Lopardo, un hombre que consagró su vida a jerarquizar la profesión. El primer Consejo Directivo y el Tribunal de Disciplina estuvieron conformados por colegas provenientes de los Colegios de San Isidro, San Martín y Mercedes, quienes ejercían en un extenso territorio que abarcaba los partidos de Morón, Merlo y La Matanza. Cabe destacar que, en 1995, este último constituyó su propio Colegio: el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de La Matanza.
Don Luis, como lo llamaban afectuosamente quienes lo conocían, fue sin duda un visionario. También fue pionero en promover prestaciones para los colegiados y trabajó arduamente hasta concretar uno de sus grandes logros: la creación de la Caja de Previsión Social para Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, que hoy brinda servicios a profesionales activos, jubilados y pensionados.
Su legado no termina ahí. Junto a un grupo de reconocidas personalidades del Morón de aquella época y con el acompañamiento del Dr. Omar Lima Quintana, rector de la Universidad de Morón, impulsaron la creación de la primera carrera universitaria del país: Perito Tasador y Martillero Público, en tiempos en que ni siquiera se exigía formación académica para ejercer esta labor.
Don Luis también se propuso dotar al Colegio de Morón de una sede propia. Gracias al aporte económico —a través de bonos contribución sin devolución— de los primeros colegiados, se adquirió el inmueble que hoy seguimos ocupando, compuesto inicialmente por planta baja y primer piso. En los comienzos, el Colegio funcionaba en las oficinas de la “Asociación del Oeste”.
Con el paso del tiempo, el edificio fue ampliado para adecuarse a las nuevas necesidades de servicio y atención a los colegiados y al público en general. Un ejemplo destacado de esta evolución fue la creación del Salón de Remates y Conferencias, utilizado por los martilleros judiciales y sede habitual de cursos de actualización, perfeccionamiento y Asambleas institucionales.
A lo largo de los años, diferentes Consejos Directivos y Tribunales de Disciplina continuaron el camino trazado, trabajando con compromiso para que nuestra labor profesional sea cada vez más valorada y respetada. Hoy en día, la tarea del martillero y corredor público exige formación en diversas disciplinas como derecho, economía, agronomía, psicología y sociología, sin olvidar nunca el fin social de nuestra profesión: contribuir a la construcción y el desarrollo de las comunidades.
Fruto de ese compromiso, fue sancionada la Ley 25.028, que establece la obligatoriedad de cursar estudios universitarios para ejercer la profesión, logro alcanzado gracias al trabajo del Sr. Osvaldo Antonio Ferrero, quien en ese momento presidía este Colegio y el Consejo Superior del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires.
Hoy seguimos creciendo en conocimientos y vocación de servicio, asesorando a las partes para alcanzar acuerdos consensuados y soluciones justas.
Actualmente, nuestra presidenta, la Sra. Adriana Ciarulli de Ríos, integra el Consejo Superior del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, así como también el Directorio de la Caja de Previsión Social, junto a los presidentes de los demás Colegios provinciales. En tiempos recientes, hemos llevado a cabo nuevas refacciones y modernizaciones en nuestra sede para brindar servicios acordes a las exigencias actuales. Contamos con personal capacitado y tecnología que nos permite ofrecer una respuesta ágil y eficiente a las necesidades tanto de los colegiados activos como de los jubilados, pensionados y del público en general.
Queremos hacer un reconocimiento especial a los pioneros: aquellos que, con generosidad y entrega, dedicaron su tiempo y conocimientos al bien común, marcando el camino a seguir con un objetivo claro: trabajar siempre por el desarrollo profesional de nuestra actividad. Muchos de ellos ya no están físicamente entre nosotros, pero permanecen vivos en nuestros recuerdos y corazones.

Tecnología al servicio del colegiado
Es nuestra intención utilizar la tecnología como herramienta para estar más cerca de nuestros colegiados, mantenerlos informados, intercambiar ideas, recibir sugerencias, brindar materiales útiles para el ejercicio profesional y resolver dudas de forma remota, sin la necesidad de desplazarse físicamente hasta la sede del Colegio.

Continuamos trabajando para Usted.

Gracias por visitarnos!